Fernando Aramburu y Álvaro Abellán-García (Hanover, 2021). Foto de Patxi de Navascués. |
Temática: imagen y reconocimiento, desde una perspectiva interdisciplinar.
Fechas: 4 y
5 de marzo de 2021
Lema: “Imágenes como patrias”
Fechas: 4 y
5 de marzo de 2021
Lugar:
Universidad Francisco de Vitoria, Universidade de Coimbra, Online
Las ponencias y la asistencia al congreso podrán realizarse de forma presencial o en remoto, a voluntad del ponente y asistentes. En la modalidad presencial, se aplicarán la normas sanitaras vigentes en el momento de su realización y los protocolos de seguridad de la Universidad Francisco de Vitoria y la Universidad de Coimbra, respectivamente.
Introducción
Cuenta Aristóteles al comienzo de su Política que los hombres, a diferencia de los animales, no sólo tienen voz, sino también palabra (logos), y que esta les es dada para discernir juntos sobre lo justo y lo injusto, lo conveniente y lo inconveniente, lo verdadero y lo falso y ordenar, de esta forma, la vida en la familia y la ciudad.
Ocurre a menudo que el orden que los seres humanos imprimimos a nuestra vida familiar y social nos permite reconocernos mutuamente entre nosotros y reconocer el mundo como hogar. Pero ocurre también con frecuencia que el orden que imprimimos a la vida, o que otros imprimen por nosotros, nos resulta extraño, ajeno, invivible. Y entonces alzamos la vista a las estrellas, nos preguntamos si otro mundo es posible y tratamos de imaginar cómo podría o debería ser.
En este mundo que hemos heredado, nos toca hacer nuestra vida cambiando algunas cosas, tratando de preservar otras e inventando, quizá, alguna nueva. Finalmente, nos toca dejarlo por herencia al porvenir. ¿Y qué está por venir? Quizá creímos saberlo, antes de la Covid-19, pero ahora ya sabemos que no sabemos. Y sin embargo, hemos de imaginar el porvenir a cada instante, para poder realizar y orientar nuestra vida.
El III Congreso Internacional Imagen y Reconocimiento, bajo el lema “imágenes como patrias” pretende convocar a investigadores que habitualmente reflexionan sobre el poder de las imágenes para evocar patrias pasadas o futuras, perdidas o anheladas, deseables o proféticamente denunciables. Patrias imaginarias a las que volver, para curar las heridas de la vida; y patrias que anhelar, para construir juntos el futuro.
En este congreso buscamos ofrecer una mirada humanística sobre las diversas formas de producción audiovisual (fotografía, narrativa audiovisual y transmedia, cómic, videojuegos…), de cualquier género y formato, que explore la potencia expresiva de la imagen como camino del reconocimiento de lo humano, prioritariamente de trabajos que se ajusten a alguna de las cuatro áreas propuestas.
Queda
inaugurada la llamada a comunicaciones (call
for papers) para investigadores, productores y estudiantes de grado,
postgrado y doctorado.
Áreas Temáticas
En
esta edición, el congreso se estructura en cuatro áreas temáticas: 1) Patria: novela, serie, cómic y víctimas
del terrorismo en el País Vasco; 2) Imágenes como patrias; 3) La imagen y el
reconocimiento de uno mismo; 4) La imagen y la lucha por el reconocimiento del
otro.
1. ‘Patria’: novela, serie, comic y víctimas del terrorismo en el País Vasco
Tanto por la relevancia histórica del tema tratado como por haberse constituido en un fenómeno social extra-literario, hemos querido dedicar a Patria (Fernando Aramburu, 2016), y a sus transducciones a la televisión (HBO, 2020) y al cómic (Toni Fejzula, 2020), un área temática específica.
Nos interesa estudiar el valor de la ficción para contribuir a la comprensión de determinados fenómenos sociales y para inspirar u orientar algunas prácticas sociales. Son bienvenidas en esta área el siguiente tipo de investigaciones:
- Análisis hermenéutico, textual, estético o close reading de Patria (la novela, la serie o el cómic) en cuanto que totalidad significativa en la que reconocemos o no las vigencias sociales en torno al terrorismo y las víctimas en el País Vasco, alentando diversas posibilidades de habitar ese espacio geográfico y realizar la vida en él.
- Estudios sobre la recepción de la novela, la serie o el cómic en el País Vasco, en España y en el resto del mundo.
- Análisis sobre los cambios de percepción de diversos públicos sobre el terrorismo de ETA a partir de su recepción de Patria (la novela, la serie o el cómic).
La
palabra “mundo” tiene diversos significados. En sentido fuerte, “mundo”
equivale a “realidad”, el conjunto de todo lo que existe. Así, en el mundo nos
encontramos a nosotros mismos relacionándonos con otras personas y objetos, por
ejemplo, con series de televisión como Patria
(2020). Pero ocurre que el mundo es siempre visto en perspectiva personal o
social y, en este sentido, hablamos del “mundo personal” (la circunstancia de
cada cuál) o del “mundo histórico o social” (la circunstancia de un grupo de personas
que conviven en un espacio y tiempo determinado). Así, resulta que Patria forma parte del mundo personal e
histórico de algunas personas, mientras que para otras esa serie no existe, no
forma parte de su mundo. Finalmente, llamamos “mundo de la obra” o “mundo
ficcional” al creado por un autor y habitado por al menos un personaje. En ese
sentido, Patria nos presenta un
“mundo ficcional” que guarda una más estrecha o lejana relación con un
acontecimiento histórico ocurrido en el “mundo”.
En esta convocatoria queremos subrayar las condiciones de habitabilidad, de posibilidades o no para el buen desarrollo de la vida humana, de diversas obras culturales que podemos habitar imaginativamente, y descubrir en ellas las posibilidades e imposibilidades que ellas nos presentan en orden a la convivencia y el desarrollo de la vida común.
Se admiten comunicaciones de tres tipos:
- Trabajos de reflexión teórica sobre la capacidad de las imágenes y las obras audiovisuales para presentarnos un mundo significativo, de forma que podamos captar en él, según la feliz sinécdoque del teólogo Hans Urs von Balthasar, El todo en el fragmento.
- Análisis hermenéutico, textual, estético o close reading de imágenes y obras audiovisuales en cuanto que totalidades significativas en las que podamos reconocer nuestro mundo y ensayar imaginativamente diversas posibilidades de habitarlo y realizar nuestra vida en él. El texto ha de estar en el centro, evitándose usarlo como excusa para imponer discursos ideológicos.
- Reflexiones teóricas y propuestas metodológicas innovadoras relacionadas con los procesos de creación y producción de mundos ficcionales (worldbuilding).
3.La imagen y la “anagnórisis” o el reconocimiento de uno mismo
Las relaciones entre “el retrato” y “el sujeto retratado” nos invitan a pensar sobre el reconocimiento de nosotros mismos en la fotografía y el audiovisual. Esas reflexiones nos invitan a considerar insuficiente el parecido físico, empírico; y nos invitan a distinguir, con el teórico de la Estética Pável Florenski (El iconostasio: Una Teoría de la Estética, 2016), entre “rostro” (la materia objetiva con la que trabaja el retratista), “máscara” (un gesto o expresión vacía) y “semblante” (una manifestación de la auténtica interioridad del sujeto).
Por otro lado, el reconocimiento de uno mismo tiene una gran tradición en las artes dramáticas, al menos desde la Poética de Aristóteles: la agnición o anagnórisis, esa revelación que sufre el personaje sobre sí mismo, en la que también se reconoce el espectador, que culmina la catarsis o purificación del alma. La sanación del alma por medio del reconocimiento de uno mismo (de nuestros deseos, virtudes, miserias, etc.), ¿es patrimonio exclusivo del arte o puede ser también una función de otras realizaciones culturales?
También nos reconocemos en nuestras acciones, capacidades o incapacidades, promesas, prácticas sociales o colectivas, pertenencia a grupos sociales o gremios… de forma que la imagen documental de nuestra historia personal y de nuestro entorno cultural puede ser fuente para el reconocimiento de uno mismo.
En esta área temática de admiten reflexiones teóricas y análisis de casos y obras audiovisuales que aborden estas cuestiones.
“El reconocimiento mutuo” supone, en un sentido, reconocer al otro en su otredad. Reconocer al distinto, distante, ajeno, al que no es de los míos, al que cuestiona mi (o nuestro) mundo y exige atención, respuesta, preocupación. El reconocimiento mutuo supone, en sentido inverso, la lucha por ser reconocidos nosotros mismos, por lograr el reconocimiento y la estima del otro o del conjunto de la sociedad para mí o los míos. Una lucha que se libra en varios frentes: el jurídico que reclama derechos, el psicológico que reclama la estima social, el espiritual que anhela la paz en una convivencia regida por el intercambio de dones entre quienes son distintos (Paul Ricoeur, Caminos del reconocimiento, 2005).
Durante los siglos XIX y XX la lucha por el reconocimiento ha sido a menudo, más que una lucha, una guerra. El debate ideológico, dialéctico, de afirmación de sí por negación del otro, ha invadido todas las esferas de la vida. ¿Qué pasaría si la lucha por el reconocimiento no fuera una guerra de unos contra otros sino una “lucha amorosa de inteligencias” (Karl Jaspers) que nos permita comprender nuestra identidad, reconocer al otro y reconocernos a nosotros mismos en el otro?
El reconocimiento mutuo que abandona la actitud “dialéctica” en beneficio de una actitud “dialógica” o buscadora de encuentro, ha sido también una constante en buena parte del trabajo documental y artístico de nuestro tiempo.
En
esta área temática se admiten reflexiones teóricas y análisis de casos y obras
audiovisuales que aborden estas cuestiones.
Más información en simufv.es.
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