En esencia, una ciudad es un lugar y un tiempo donde los humanos desarrollan su faceta social, es decir, se reúnen y encuentran. Podríamos decir que la ciudad es el habilitador social por excelencia. La ciudad genera y propone las condiciones para que los humanos puedan poner en práctica sus habilidades sociales. Es el catalizador para que las creatividades individuales se agreguen y crezcan exponencialmente. El hombre se reúne en la ciudad para conseguir sinergias para dominar el medio, mejorar su calidad de vida, inventar y avanzar en el desarrollo artístico y científico. Esta es la ciudad física, tangible, que se apoya en un urbanismo de ladrillo y cemento. Es la ciudad que se asocia a unas condiciones climáticas y geográficas determinadas, y a un tiempo.
Vivimos al comienzo de la cuarta revolución industrial. Esta revolución viene marcada por la innovación en tecnologías de la información asociadas a la inteligencia artificial y la robótica. Se sustenta en los tremendos avances en capacidad de computación, análisis de datos y algoritmos de inteligencia artificial que simulan e incluso mejoran las capacidades cognitivas humanas. Sobre estos desarrollos se apoyan las innovaciones tecnológicas que constituyen el metaverso. En este capítulo, estudiaremos los elementos base que componen los metaversos o MetaCities. Exploraremos sus funcionalidades desde las tres esferas principales. Analizaremos el impacto, estudiaremos los beneficios y ventajas, y finalmente, los riesgos y elementos cuestionables de esta nueva dimensión.
Referencia: ONDIVIELA, J.A. "Metacity: la ciudad digital como habilitador social del metaverso", en HERNÁNDEZ RUIZ, V. Metaverso. Lo real en lo virtual, Sindéresis, Madrid, 2022, 51-73.
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