En esencia, una ciudad es un lugar y un tiempo donde los humanos desarrollan su faceta social, es decir, se reúnen y encuentran. Podríamos decir que la ciudad es el habilitador social por excelencia. La ciudad genera y propone las condiciones para que los humanos puedan poner en práctica sus habilidades sociales. Es el catalizador para que las creatividades individuales se agreguen y crezcan exponencialmente. El hombre se reúne en la ciudad para conseguir sinergias para dominar el medio, mejorar su calidad de vida, inventar y avanzar en el desarrollo artístico y científico. Esta es la ciudad física, tangible, que se apoya en un urbanismo de ladrillo y cemento. Es la ciudad que se asocia a unas condiciones climáticas y geográficas determinadas, y a un tiempo. Vivimos al comienzo de la cuarta revolución industrial. Esta revolución viene marcada por la innovación en tecnologías de la información asociadas a la inteligencia artificial y la robótica. Se sustenta en los tremendos avances en